sábado, 29 de agosto de 2015

Einstein y Dios

¿Por qué hay días que nunca quieres que lleguen y cuando, inevitablemente llegan quieres que acaben pero tardan más que un día normal?
Hemos estudiado o, cuando menos, hemos escuchado hablar de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein.
A mi, cuando me la explicaron, era tan pequeño de edad que me la explicaron como a cualquier niño; <<Imagina que estás un día muy aburrido, sin hacer nada, miras tu reloj y son las 2:05 de la tarde. Creas mil y una historiasen tu cabeza, viajas por todo el mundo, inventas nuevas cosas y cuando sientes que ha pasado suficiente tiempo para que el día acabe, te das cuenta que son las 2:09 pm. Quieres morirte. Ahora piensa que estás muy feliz, jugando, riendo, etc. Y son las 5:00 de la tarde, vuelves a mirar tu reloj después de una gran carcajada y ¡¡Demonios!! ya son las 7:45 pm. Eso es lo relativo de la vida>>

Pues así me llega a pasar en estos días. Son días que nunca quiero que lleguen, que me preocupan, acongojan, enojan y deprimen. Y, cuando deben llegar porque la Tierra, el tiempo y el espacio nunca se preocupan por nimiedades ni cosas sin sentido quiero que acaben pronto. Sin conflictos, sin que mi corazón ni mente sean agarrados como punching bag, ¡¡los días parecen interminables!! Los días nunca acaban. Los días son como mi cabeza, como mis ideas. Nunca acaban, nunca descansan ni dejan de pasar, de suceder, de crear.

Maldigo al ser que me hizo ser así, reflexivo, pensativo, minucioso, etc. No puedo decir si fueron mis padres, mi familia, o, desde que estaba en el vientre de mi madre yo ya pensaba. A lo mejor fue cualquier dios que exista, tal vez fui yo mismo, El fin es que me maldigo, los maldigo, te maldigo dios. sí, ¡¡TE MALDIGO DIOS!! A ti, a lo que representas, a lo que nos hacen creer y querer. Porque si no te echo la culpa a ti de lo que no podemos explicar, entonces ¡para que existes!

No considero que la blasfemia sea algo malo, dios nos dio libre albedrío, ¿no?

Si representas el amor, maldigo al amor, al fin de cuentas es lo que siempre me ha hecho caer, lo que siempre me ha hecho sufrir. Si representas las cosas buenas, maldigo las cosas buenas porque son cosas que no puedo retener. Si representas la vida, maldigo a la vida porque la vida es lo que nos hace pasar por todo, porque hasta para morir debemos vivir. Si me representas, entonces, con total gusto, me maldigo.

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